Como pez en una pecera de oro
José Miguel Alemán, el nuevo embajador panameño en Estados Unidos, ha regresado a su antiguo hogar en Washington D.C. con una facilidad pasmosa. Sus años de infancia en esa ciudad, reconocida como el corazón político del país y un destino turístico de primer nivel, mientras su padre, Roberto, ejercía como diplomático, sin duda le han servido de gran ayuda. Esta misma semana, José Miguel ha cumplido con las correspondientes acreditaciones en el Departamento de Estado y ante la Casa Blanca, el centro del poder mundial más influyente, cuyas decisiones tienen un impacto global. Sin duda, el embajador Alemán se siente como «pez en una pecera de oro». Después de todo, ¿qué mejor manera de servir que viviendo en una de las ciudades más caras del mundo? ¡La vida de un embajador es tan dura!
Los políticos: ¿maestros del doble discurso?
¡Qué ciudad tan pequeña! El alcalde Mayer Mizrachi y la representante de Santa Ana, Kira Ponce, quienes hasta hace menos de 48 horas se juraron odio eterno, paseaban ayer, casi de la mano como la pareja perfecta, por las calles agrietadas del barrio santanero. Mientras avanzaban en su recorrido, los dos políticos locales regalaron una actuación digna de los Oscar: sonrisas falsas, apretones de manos y frases construidas sobre el «bien común» inundaron el ambiente. Los vecinos, atónitos, observaban la escena como si vieran a un león y a un cordero compartiendo un plato de lechuga. Es la historia de dos rivales políticos que se reconcilian… ¡por el bien de sus ambiciones!
La ruleta diplomática: ¿A quién le tocará hoy?
Tras recibir su correspondiente beneplácito, este miércoles tomaron posesión de sus cargos Delia Cárdenas, quien será embajadora en el Vaticano; Vladimir Franco, representante de Panamá en Alemania; Flavio Méndez, la apuesta del gobierno de Mulino para Brasil; Mario Boyd Galindo, el hermano del ministro de Salud, que estará en Colombia; Pacífico Escalona, el chitreano que tratará de no ser forastero en Costa Rica; María Gabriela Méndez, quien vivirá en Uruguay; Walter Cohen, el hermano de la Primera Dama, que será el rostro de Panamá en Japón, y Julie Lymberopulos, quien disfrutará de Atenas, la capital griega que es un museo al aire libre. Los nombres de los designados para Francia y la Unión Europea, oficinas clave en el plan de sacar al país de la lista de naciones no colaboradoras, se manejan como secreto de Estado. ¿Quién sabe cuánto durarán en esos puestos antes de que la ruleta vuelva a girar? Después de todo, en la diplomacia panameña, la estabilidad es un concepto relativo.
Nuevo superintendente estrena nueva oficina
El nuevo superintendente de Bancos de Panamá, Miltón Ayón Wong, inició funciones esta misma semana luego de tomar posesión del cargo el pasado viernes frente al ministro de Economía y Finanzas. La llegada del regulador del sistema bancario viene acompañada con el estreno de oficinas. La Super se mudará al exclusivo Panama Business Tower, que se levanta sobre la Av. Samuel Lewis y Calle 61 Este, urbanización Obarrio, en Bella Vista. Mientras Ayón Wong disfrutará de vistas panorámicas y lujosas instalaciones, no olvides que hay una oportunidad de oro para los amantes de la limpieza. Por $14,416 mensuales podrás mantener relucientes los pisos de su nuevo reino. ¿Qué mejor manera de cerrar el año que limpiando los excesos de la banca?
Más allá de las fachadas: el verdadero rostro del poder
Qué curioso es el mundo de la política, ¿verdad? Por un lado, tenemos a los previsores que aconsejan legislar pensando en el futuro cuando están en la oposición. Y por el otro, se encuentran aquellos que hacen hasta lo imposible por alterar el curso natural de las cosas y postergar hasta el infinito una simple convención de un partido convertido en cuasi oficialista que aspira a promover un cambio democrático. ¿Será que alguien tiene miedo de conocer hacia cuál bando se inclina la balanza electoral? En este juego de poder, las piezas más importantes no son las leyes ni las instituciones, sino los intereses personales. Y mientras los ciudadanos sigan distraídos con el espectáculo, los verdaderos jugadores mueven sus hilos en la sombra.