La encuesta nacional realizada en agosto de 2025 refleja un panorama de percepciones sociales, políticas y económicas caracterizado por el descontento con la situación actual, pero con cierta esperanza hacia el futuro. Una parte importante de la población considera que las cosas en Panamá no van por buen camino, y al comparar con los últimos dos años, la visión es aún más crítica, pues muchos sienten que la situación ha empeorado. Sin embargo, al proyectarse al próximo año, surge una expectativa moderadamente optimista, lo que sugiere que, a pesar del malestar, la ciudadanía conserva la esperanza de que la situación pueda mejorar.
En el ámbito económico, las familias describen su situación actual como desfavorable o apenas estable. Comparada con dos años atrás, una mayoría percibe un deterioro en la economía de sus hogares. Aun así, existe un grupo que confía en que en el futuro inmediato las condiciones puedan mejorar, lo que refleja un optimismo condicionado frente a la incertidumbre económica.
Respecto a las bancadas parlamentarias, el estudio muestra que algunas tienen un alto nivel de conocimiento entre la población, mientras que otras apenas son reconocidas. Sin embargo, la evaluación de su trabajo tiende a ser crítica y el balance entre imagen positiva y negativa arroja resultados mayoritariamente desfavorables, lo que sugiere un amplio cuestionamiento hacia la Asamblea Nacional. Esta tendencia se repite al analizar a las figuras políticas: los líderes más conocidos no necesariamente son los más apreciados, y en general, el diferencial de imagen es negativo, con más opiniones desfavorables que favorables. Lo mismo ocurre con los diputados individualmente, cuyo nivel de reconocimiento es desigual y cuyas evaluaciones predominan en lo negativo o neutral, lo que refleja un distanciamiento entre los representantes y la ciudadanía.
En cuanto a la identidad nacional, los panameños destacan como motivos de orgullo aspectos vinculados a la cultura, el deporte, la historia y la naturaleza. En contraste, lo que más avergüenza son fenómenos como la corrupción, la inseguridad y las deficiencias en los servicios públicos. Esto configura un doble sentimiento: orgullo simbólico por lo cultural y natural, y descontento por lo institucional.
Sobre el gobierno de José Raúl Mulino, muchos encuestados coinciden en que Panamá necesita cambios profundos y orden. La gestión presidencial genera percepciones mixtas, y las recomendaciones de la ciudadanía apuntan a reforzar la transparencia, la seguridad y la atención económica. Asimismo, cuando se preguntó por las vías para lograr un progreso más rápido, las respuestas destacaron la importancia de la inversión social, la generación de empleo y la lucha contra la corrupción. En relación con las obras del gobierno, algunas son conocidas por la población y reciben cierto reconocimiento, pero en general las opiniones tienden a ser críticas. Entre ellas, las que se perciben como mayores generadoras de empleo concentran más expectativas, lo que subraya la centralidad del trabajo como demanda prioritaria.
La percepción sobre la Caja de Seguro Social es mayormente negativa. Aunque la mayoría de los encuestados está afiliada, consideran que los servicios no han mejorado. La falta de medicamentos, las largas esperas y las deficiencias en la atención médica se identifican como los principales problemas. Ante la ausencia de medicinas en la CSS, muchos panameños declaran tener que destinar una parte considerable de sus ingresos a adquirirlas por cuenta propia. Existe, además, consenso en que los tiempos de entrega deberían reducirse drásticamente, y aunque la propuesta de unificar los sistemas de la CSS y el MINSA divide opiniones, un sector importante se muestra favorable a esa integración.
En lo social, el deporte aparece como una referencia importante de identidad, mientras que las cualidades atribuidas al panameño muestran tanto aspectos positivos, como la alegría y la solidaridad, como negativos, entre ellos la impuntualidad y la falta de disciplina. En lo político, la mayoría de los ciudadanos se ubica en posiciones intermedias, alejadas de los extremos de izquierda o derecha, y manifiestan una fuerte desconfianza hacia la política en general. En cuanto a los medios de información, la televisión y la radio continúan siendo relevantes, pero las redes sociales se consolidan como la principal fuente de noticias, especialmente Facebook, Instagram y TikTok, con un consumo que se concentra principalmente en las noches y primeras horas de la mañana.
En conjunto, los resultados evidencian una ciudadanía inconforme con la realidad actual, tanto en lo político como en lo económico, pero que mantiene una expectativa de mejora futura. Existe un marcado desencanto con las instituciones, particularmente con la Asamblea Nacional y la Caja de Seguro Social, al mismo tiempo que el orgullo nacional se concentra en los símbolos culturales y deportivos. La figura del presidente Mulino se ubica en el centro de las expectativas, con una ciudadanía que reclama cambios y orden, y que demanda soluciones concretas en materia de seguridad, economía y servicios públicos.


